La gran historia de Tunisia que compite en los Oscars

La película que examina la libertad y la identidad es una gran novedad.

Pic. The Man Who Sold His Skin

Una de las películas que compite a mejor película internacional en los Oscars es la seleccionada por Tunisia y dirigida por la directora Kaouther Ben Hania. Entre sus particularidades está la particular y aclamada actuación de Mahayni que ganó el premio al mejor actor en el Festival de Cine de Venecia y también la participación de la actriz italiana Monica Belluci y el actor Belga Koen De Bouw.

Ben Hania, además de contar una historia que sorprende, dice: “Es la primera nominación de Túnez, y estoy representando a África y a todos los países árabes, así que siento una gran responsabilidad. Tengo muchas esperanzas y puedo ver que las cosas están mejorando. Hoy en día es común escuchar los discursos sobre la diversidad en los medios y las nuevas oportunidades para las mujeres y las personas de color, pero cuando se trata de financiamiento y dinero, la gente todavía cuestiona sus habilidades. Así que tienes que trabajar el doble de duro con un presupuesto más reducido «.

Hace 8 años Ben Hania vio por primera vez una retrospectiva del artista belga Wim Delvoye en Louvre en 2012 que le logró despertar muchas ideas. Pero especialmente, una obra de la exhibición le llamó la antención, un hombre sin camisa en vivo cuya espalda fue tatuada por el artista.

“Fue una pieza bastante controvertida, y esta imagen atrevida se quedó conmigo”, dice Ben Hania durante una entrevista. “Pensé que era un buen punto de partida para explorar cuestiones de identidad, arte y libertad. Me pregunté: «¿Y si esta persona hubiera sido un refugiado sirio y tuviera que hacer este trato fáustico para vivir en Europa?»

Después de esos 8 años, el resultado de las reflexiones es la película nominada al Oscar «The Man Who Sold His Skin» que cuenta la historia de un refugiado sirio cuyo cuerpo se convierte en una preciosa de arte.

La película está financiada con un bajo presupuesto y cuenta con sorpresas como que uno de los escenarios importantes de la película, el museo de bellas artes de Bruselas, se rodó en realidad en Túnez. Además de todo lo que esconde esta particular pieza cinematográfica Ben Hania está muy orgullosa por ser una representante femenina de su país y la nominación es seguramente un gran logro para su país que vive tiempos duros.

Vía latimes.com

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